Encontrar soluciones eficientes para los diferentes problemas que surgen en el día a día de una empresa es un desafío, ya que exige un alto nivel de pensamiento estratégico y tener en cuenta muchas variables que entran en juego.
Para gracia de todos, existen algunos recursos que se tornan más fácil en este proceso, como la lluvia de ideas, que ya ha sido usado por décadas en las empresas de todos los tamaños y segmentos, con el fin de fomentar la innovación.
No obstante, no basta con reunir a todo el mundo en una sala y esperar que las ideas geniales aparezcan. Entonces, ¿cómo hacer una lluvia de ideas realmente eficiente?
Es sobre esto que hablaremos en este artículo. ¡Vamos!
¿Qué es exactamente una lluvia de ideas?
El concepto de lluvia de ideas o Brainstorming – reunir a un grupo y discutir varias ideas en torno a un problema común – no es novedad alguna para quien ya es un profesional de marketing.
Pero lo que muchos no saben es que ese término, cuñado por el empresario Alex Faickney Osborn hace más de 6 décadas, no significa tener una tempestad de ideas – como el nombre en inglés puede sugerir.
Según Osborn, el pensamiento original tras la expresión Brainstorm tiene que ver con atacar un problema (“storm” también puede tener ese significado) usando la mente.
¿Percibes la diferencia? Una sesión de lluvia de ideas es mucho más que “tener varias ideas”. Esta debe tener por objetivo resolver un problema a través de la colaboración creativa.
¿Por qué vale la pena hacer de la lluvia de ideas un hábito?
Con la idea más puntualizada de lo que realmente es la lluvia de ideas, comienza a tener más sentido para nosotros por qué esta práctica es tan difundida. Pero, ¿será que vale la pena hacer de eso un hábito en tu empresa?
¡Con certeza! Cuantas más sesiones de lluvia de ideas realices, más fácil se volverá para todos en el equipo – o hasta para la empresa – pensar en soluciones inteligentes aunque sea en las situaciones más complicadas.
Además de eso, cuando todos se colaboran entre sí para resolver problemas, el equipo se vuelve más unido, los trabajos se tornan más ligeros y el nivel de satisfacción general aumenta.
5 cosas que no se deben hacer durante la lluvia de ideas
Ya sabemos que vale la pena adoptar a la lluvia de ideas como parte del proceso creativo de la empresa, pero también que es necesario respetar algunas reglas para que tenga un efecto positivo en la empresa.
¿Cuáles son algunas de esas reglas? Mira a continuación lo que jamás debe hacerse durante una sesión de lluvia de ideas, para no desperdiciar el potencial que esa práctica tiene para el negocio:
1. Condenar las ideas de otros
Al reunir personas de diferentes puntos de vista, personalidades y enfoques de trabajo, es muy común que algunas ideas parezcan ser malas o absurdas en determinados momentos de la discusión.
Aunque sea así, no permitas que un participante condene la idea rápidamente de otro, pues, eso podría terminar desviando el enfoque de la conversación o inhibir a otros a participar.
Desde el inicio de la sesión, incentiva a todos a mantener una mente abierta para las ideas que parezcan no ser buenas, y en lugar de reprochar, promueve que se realice mejor una evaluación más cuidadosa de todo lo que fue dicho y será hecho en otra reunión.
2. Interrumpir el flujo creativo
Interrumpir la sesión es pésimo para la calidad de tu lluvia de ideas. Por eso, si quieres salir de la reunión con buenas ideas, que puedan realmente ser transformadas en algo concreto, elimina cualquier distracción.
Eso incluye llamadas en medio de la conversación, personas que no hagan parte de la discusión entrando a la sala para preguntar algo o pasar recados etc.
En cada momento que la conversación se pausa, el flujo creativo es interrumpido, es decir, los participantes pueden comenzar a pensar en otros asuntos y perder la línea de raciocinio.
3. Dejar que la conversación se torne en una conferencia
Si la conversación es en grupo, es de vital importancia que todos en la sala opinen sobre el problema que está siendo considerado. Por eso, jamás permitas que la sesión se transforme en una conferencia. ¿Cómo así?
En una conferencia, tan solo una persona habla y la asistencia escucha. En algún momento, puede haber una sesión de preguntas y respuestas, pero básicamente es eso.
Si algo parecido llega a suceder en la lluvia de ideas – que pocos hablan y el resto solo asisten – la reunión será un desperdicio de tiempo y de talento.
4. Permitir conflictos todo el tiempo
Los conflictos son normales, porque en cuanto una solución es presentada, nuevas variables pueden virar el tono y ayudar a refinar la idea inicial. El problema es dejar que los conflictos acontezcan todo el tiempo.
Si ese fuera el caso, el enfoque rápidamente va a cambiar, y lo que era para buscar una solución a un problema, pasará a ser una guerra para ver quien tiene los mejores argumentos.
Además de eso, el ambiente se tornará pesado sin permitir que algo constructivo sea producido, y todo el propósito de la reunión estará perdido.
5. No actuar con base a las ideas propuestas
El último problema que debes evitar es el de no llevar a cabo la lluvia de ideas.
Es verdad que puede ser muy divertido realizar esas sesiones, pero el objetivo final es transformar por lo menos una parte de las visiones e hipótesis y llevarlas a la realidad.
Por tanto, certifica que todo lo que fue propuesto inicialmente, tenga la debida evaluación después, y que las ideas más prometedoras sean llevadas a cabo.
Más que eso, asegúrate de mostrar al equipo la evaluación de los proyectos realizados con base en el lluvia de ideas, pues, eso los motivará todavía más en las próximas sesiones.
5 pasos para realizar una lluvia de ideas que dé resultados
Después de ver lo que no debe hacerse, es hora de aprender también cuáles son las mejores prácticas para una lluvia de ideas exitosa. ¿Verdad?
¡Eso es lo que haremos ahora!
Mira el paso a paso para planear y realizar una reunión de brainstorming que traiga resultados reales:
1. Garantiza que todos se preparen antes
El primer paso es garantizar que todos los participantes estén bien preparados antes de que comience la lluvia de ideas. ¿De qué maneras?
Con el problema ya en mente, cada uno puede hacer las investigaciones y búsquedas necesarias que los ayuden a alimentar la creatividad y a enriquecer la discusión.
Además de eso, la creatividad no funciona de manera obvia, por eso hay que leer sobre otros asuntos y también hay buscar aliviar el estrés.
2. Crea un ambiente agradable
Otro paso esencial es crear un ambiente agradable, que sea favorable para intercambiar ideas y que permita a todos los participantes posicionarse de forma confortable sobre el tema en cuestión.
Eso implica organizar un espacio bien iluminado, aireado y, como ya se mencionó, libre de distracciones. Pero no te limites solo al espacio físico.
Garantiza que todos lleguen a la lluvia de ideas libre de tensión, de otro modo, el desempeño de todos será perjudicado.
3. Presenta el problema
Ahora sí, con el ambiente propicio y todos bien preparados, presenta nuevamente el problema al equipo, esta vez más detallado.
Certifica que todos los detalles relevantes sean presentados, para que las propuestas no dejen de lado aspectos importantes.
Conforme la conversación prosigue, mantén el problema siempre en mente, para que el asunto no se desvíe a temas secundarios.
4. Modera la discusión con equilibrio
Moderar la discusión con equilibrio significa dar espacio para que todos contribuyan, y que las ideas sean propuestas gradualmente, de forma que pueda agregarse nueva información a la dicha por otro.
Pensando en eso, no dejes que una persona exponga todo lo que piensa en una sola vez. De este modo, la conversación permanece dinámica y favorece al surgimiento de proyectos que puedan funcionar en la práctica.
5. Toma nota de todo
Por último, toma nota de absolutamente todo lo que se haya considerado, hasta aquellas ideas que parezcan absurdas, con el fin de evaluar las implicaciones de cada una después y hacer una especie de filtro.
Si prefieres, puedes pedir a otro participante hacer ese registro mientras tu te preocupas por mantener el debate productivo y dentro del enfoque.
8 técnicas eficientes de lluvia de ideas
La lluvia de ideas es una práctica que incentiva y facilita la creatividad, por tanto, nada más normal que ver las diferentes variaciones y técnicas siendo usadas por ahí.
Por eso, ¿qué tal aprender algunas de esas técnicas para ver cuál de ellas encaja mejor en tu equipo? Por ello separamos 8 de ellas para ti:
1. Efecto Medici
El efecto Medici habla sobre cómo los asuntos y áreas aparentemente sin algún enlace entre sí, pueden relacionarse.
Siguiendo este método, pones tus objetivos al lado de los objetivos que sean similares de otras áreas e intentas encontrar soluciones parecidas.
2. Análisis FODA
El análisis FODA, que corresponde a las siglas para debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas, es de gran ayuda para evaluar bien la situación de la empresa o del equipo y organizar bien los pensamientos antes de proponer soluciones.
Teniendo una noción exacta y precisa de la situación en que te encuentras y lo que es posible hacer puede abrir la mente de todos para pensar en posibilidades que no habían considerado antes.
3. Método del gatillo
El método del gatillo es muy simple, pero tiene todo para funcionar en la mayoría de las empresas. La idea es básicamente usar opiniones iniciales como punto de partida para otras ideas mejores.
Entonces, el primer paso es discutir el máximo número de sugestiones posibles. Después, las mejores serán seleccionadas y usadas como gatillo, para que el equipo piense en más ideas. El proceso es repetido hasta encontrar la solución final.
4. Teletransportación
Una de las técnicas más creativas que puedes probar es la teletransportación. En él, los participantes se imaginan enfrentando el mismo problema en escenarios totalmente diferentes.
Por ejemplo, considera si tuvieras que lidiar con el tema en cuestión en otros lugares del país, en otro país o incluso en otro planeta.
Pensar en esas posibilidades extravagantes, puede hacer que tu mente trabaje de forma lo suficientemente diferente para hallar una buena salida.
5. Cambio de atributo
El cambio de atributo, también llamada técnica de empatía, tiene justamente ese objetivo: ponerse en los zapatos de otras personas.
Por tanto, ¿qué pensarías tú sobre un asunto si fueras: de otro color, género, clase social, nacionalidad, edad, altura, peso etc.?
Percibe cómo cada pequeño cambio de atributo puede traer diferentes cuestiones y ayudarte a pensar en detalles que normalmente no se te pasarían por la cabeza.
6. Viaje en el tiempo
¿Qué me dices de abordar el problema en otra época de la historia? ¡Es eso!, lo que debes hacer es usar la técnica del viaje en el tiempo.
Piensa en cómo actuarías si estuvieras en la misma situación pero viviendo 10, 100 o hasta 1000 años en el pasado o en el futuro. Este ejercicio tal vez sea esclarecedor para llegar a una solución realmente provechosa.
7. Desafío
El método del desafío es muy interesante y ciertamente merece una oportunidad en tu lluvia de ideas. En él, todo lo que se dé por sentado en tu situación, debe ser cuestionado.
Por ejemplo, ¿vas a crear una aplicación? Desafía todo lo está establecido en ese caso: ¿necesita ser un aplicativo o puedo llegar a mi objetivo de otra forma? ¿necesito saber programar para hacer eso?
8. Ideas libres
Dejamos de último, el método más simple y conocido, pero de alguna manera menos eficiente: las ideas libres en torno al tema a ser discutido.
Después de presentar el problema a todos, cada uno tiene la oportunidad de compartir su punto de vista, sus dudas pendientes y sus experiencias personales con el asunto.
Naturalmente, las ideas van surgiendo y evolucionando a partir de lo que otros añadan a ellas.
Para cerrar, realizar una lluvia de ideas con éxito, que ayuda en la toma de decisiones acertadas y ayude a la empresa a continuar innovando, requiere de una buena preparación por parte de todos los implicados antes, durante y después de cada reunión.
Si te gustó el artículo, ¡mira nuestro contenido sobre design thinking y amplía tu inspiración!