Soy Ariel Mendes, activista trans no binario y de género disconforme de la gran ciudad brasileña, Belo Horizonte, y mis pronombres son elle / elles.
Nací y me crié fuera de los generales roles de género en una familia típica de clase media formada por miembros cisgénero y heterosexuales, excepto yo. Qué desafío para mí y mi familia en términos de lidiar con las expectativas.
En mi infancia, me encantaban los tacones y el maquillaje de mi madre, por supuesto, a escondidas de ella, de mis dos hermanos y de mi papá. También prefería tener amigas y jugar a las casitas y a las muñecas. Mariana Linhares fue mi primera cómplice y solo teníamos 4 años.
Desde mi más tierna infancia, tomé a las mujeres de mi círculo íntimo como modelos a seguir, comenzando por mi mamá, luego por mis tías y maestras. ¡Lo femenino siempre ha significado el mayor poder para mí!
Toda la vida me han apasionado los idiomas, las humanidades y las ciencias sociales, porque ahí encontré un espacio para escribir, hablar y crear. Todo esto, literalmente, me hizo sentir como pez fuera del agua en conversaciones con mis amigos varones. Es un hecho que desde mis primeros años no me conformaba con el género y no tenía la fuerza mental para asumirme.
Como toda persona de género disconforme, mi infancia hizo parte de las estadísticas y sufrí acoso, discriminación y bullying en la escuela. Es por eso que no tengo muchos amigos de esa época, tal vez yo era demasiado diferente para la mayoría.
Hoy entiendo que mis colegas y yo no fuimos educados para lidiar con ese tipo de diversidad, incluso con acceso a una escuela privada de una ciudad grande y rica.
Primeros pasos, descubriendo y con ganas de hacer más
No fue un proceso fácil dejar la escuela y comenzar desde cero, incluso después de varios años de experiencias difíciles. Esta condición puede haberme ayudado a vivir una jornada exitosa a través de la Facultad de Derecho en la segunda mejor universidad de mi país.
Quise estudiar derecho porque la libertad de expresión y de ser quien soy ya eran parte de mis valores, y no por casualidad, salí públicamente como un hombre gay con un beso público en una fiesta de primer año y, por primera vez, sentí que tenía un lugar en este mundo fuera de casa.
Desde mi perspectiva, el proceso de asumir mi sexualidad nunca fue una jornada, por lo que me cuestioné qué podría haber hecho para mejorar la experiencia de mi comunidad en la Universidad, ya que muchos de mis colegas todavía no se animaban a asumirse.
A partir de ese desafío, me enorgullece haber tomado la iniciativa para inspirar a las personas que ocupan espacios tradicionalmente dominados por hombres cis y heterosexuales, convirtiéndome en el primer hombre gay en ser presidente de la Asociación Atlética; luego, el primer Presidente de la Liga de Asociaciones Atléticas de mi Estado; y también co-fundé Fanta Uva Deportistas Unidos, el primer equipo de fútbol gay en competir en los torneos internos (un deporte muy masculino en Brasil).
Durante 10 años de mi vida, la alternancia entre las orientaciones gay y bisexual me colmó y esa fluidez nunca fue limitante para mi espíritu aventurero.
Me recuerdo viviendo feliz y naturalmente como activista LGBTQ+ dondequiera que viviera: alrededor de 10 ciudades diferentes en Brasil, EE. UU. y Mozambique, y visitando más de 20 países.
Todavía no sé cómo superé los desafíos de viajar y cruzar fronteras en países como Etiopía, Zambia y Zimbabue, donde ser gay todavía es un delito. Tampoco sé cómo me las arreglé para vivir con una pareja masculina en Mozambique, un país donde las relaciones homosexuales habían dejado de ser un delito solo un par de meses antes de que me mudara allí. Lo que significa que la sociedad aún no estaba preparada y se resistía.
Más que ser valiente y audaz viajando al extranjero como ciudadano gay a geografías inseguras, alentar y liberar a las personas, siempre ha sido parte de mi misión, y agradezco por marcar la diferencia en algunas vidas.
Lo hice liderando grupos de afinidad, lanzando campañas de orgullo y organizando eventos para mejorar la experiencia de la comunidad LGBTQ+ en los lugares de trabajo en los que he estado, como Nubank, el banco digital más grande del mundo con operaciones en Brasil, Colombia y México.
Lo que no sabía es que era solo el comienzo, mientras navegaba entre las letras del mundo LGBTQ+.
Otro punto de inflexión
En mayo de 2021 viví una semana muy intensa mudándome a una nueva ciudad, casa y trabajo en medio de la pandemia.
En este mismo lapso terminé una relación de dos años. Por primera vez en mi vida, toqué fondo y entendí que necesitaba responder la constante pregunta de mi mente: ¿soy trans? Así comencé el capítulo de mi vida trans no binaria en Rock Content.
Antes de pasar a este proceso de asumir quien soy, es importante mencionar que ya estaba lidiando con episodios recurrentes de disforia de género, pero no con claridad ni conciencia. Solo después de esta intensa semana, los episodios comenzaron a ocurrir con mayor frecuencia.
Mientras me paralizaba en medio de un circuito de autorrechazo, rechazo por parte de la sociedad y rechazo en las redes sociales, que no ayudaba mucho, comencé a tener curiosidad e investigar más sobre la experiencia trans no binaria, y a tomar medidas para aceptar el cambio. ¡Después de todo, lo nuevo siempre llega! Rendirse no es una opción. Superar cada revés o derrota es mejor que ganar. ¡Superar desafíos mentales a diario es un gran placer!
Siendo yo en Rock Content
Lo que puedo compartir de esta experiencia es que sentí fortuna por dos razones principales: primero, mi familia y mi círculo íntimo de amigos en general me ofrecieron todo el apoyo necesario, y segundo, el lugar de trabajo en Rock Content fue cálido y amable.
En cuanto al lugar de trabajo, tres puntos principales me marcaron:
- Diego Gomes, uno de los Fundadores y CEO de Rock Content, enviándome un mensaje de texto con memes y fragmentos de Lady Gaga (una de mis artistas favoritas) y su constante compromiso y cuidado para hacer el uso más adecuado de mis pronombres;
- Lakeshia Highsmith, nuestra vicepresidenta de Personas y Cultura, fue a buscarme al aeropuerto cuando estaba en Washington y tuvimos una cena increíble. Hablamos abiertamente sobre las identidades de género, lo que demostró su verdadero compromiso y preocupación por mí como persona;
- Por último, la forma en que me recibió todo el equipo de recursos humanos, con mensajes y apoyo cuando decidí cambiar mis cuentas corporativas de Gabriel (nombre oficial) a Ariel (nombre preferido), un agradecimiento especial a Nicholas Green, Gabriela Crego, Miguel Frizon, Juliana Arges, Sofia Cabral, Vanessa Figueiredo, Amanda Soares y David Reis.
Aprendí de la autora de Inclusify, Stefanie K Johnson, lo importante que es vivir y liderar de una manera que reconozca y celebre las perspectivas únicas y disidentes mientras se crea un entorno colaborativo y de mente abierta donde todos sienten que realmente pertenecen.
Por ahora, lo que puedo decirles es que Rock Content es un hogar cálido y acogedor donde soy libre de ser mi mejor versión y, así, ayudar a empoderar a mi comunidad para que tenga éxito en nuestro lugar de trabajo. GO ROQUEER!
¡Gracias Universo! Sigo circulando dentro del LGBTQ+ inicial, y siento que tengo mi propósito de vida renovado. Así es como comienza mi segundo proceso de asumirme: te doy la bienvenida a mi vida trans no binaria, ¡aún es el primer día!
¡Nadie puede detenerte ni silenciarte, si eres capaz de establecer tus límites! Si tu chispa se enciende, sígueme, tenemos mucho que lograr juntes, ¡el futuro no es binario!
Este artículo también se encuentra en la nueva edición de Rock Content Magazine, publicada este agosto. En este número traemos contenido increíble sobre diversidad, inclusión y accesibilidad, un tema sumamente importante para las marcas y la sociedad actual. Puedes descargar la revista aquí, ¡es completamente gratis! ¡Disfrútala!