El marketing verde o green marketing encierra todas esas acciones desde el mercadeo que buscan disminuir el impacto ambiental. Comenzó a tomar fuerza a finales de los 80 y principios de los 90, cuando los problemas medioambientales empezaron a cobrar más relevancia, llevando a un cambio de actitud en la sociedad. Esto se convirtió en una gran oportunidad para que las marcas se transformaran en esos agentes de cambio que reclamaba el mundo.
Hoy, esa tendencia es más fuerte que nunca. Y es que no se trata de una moda, al contrario: las marcas que hacen marketing verde se están adelantando al futuro.
¿Por qué hacer marketing verde?
Las últimas décadas han significado un gran cambio de mentalidad, especialmente para las generaciones más jóvenes, que buscan en las marcas mucho más que productos y servicios. Hacer marketing verde no solo ayuda a las empresas a mitigar el impacto ambiental y reducir costos (ya que disminuye el consumo de energía y otros recursos), sino que además genera relaciones fuertes con unos consumidores que cada vez valoran más este tema.
¿Cómo aplicar el marketing verde?
La primera clave es atreverse. Poner en práctica una estrategia de marketing verde implica más que comunicación: es un compromiso de toda la empresa que se proyecta de adentro hacia afuera.
Existen muchas formas de aplicarlo: desde los procesos de producción hasta la disposición final del producto. Lo importante es que el marketing verde se convierta en una filosofía que involucre a toda la organización, y sobretodo, que se demuestre con acciones. Aquí algunas ideas:
Repiensa las materias primas:
Usa material reciclado o reutiliza si es posible. Ten presente que el cartón, el papel, el plástico, el metal, el vidrio y algunos textiles y electrónicos son reciclables.
Crea productos amables con el medio ambiente:
Productos biodegradables, reciclables o reutilizables. Toma el ejemplo de la copa menstrual o este de ropa reutilizable para bebés.
Promueve el consumo responsable:
Invita a tus clientes a reciclar tus productos y/o a reutilizarlos para evitar el aumento de desechos.
Disminuye el consumo energético y/o de agua:
Infórmate sobre soluciones de energías limpias como los paneles solares.
Emplea buenas prácticas de producción:
Un ejemplo es la agricultura ecológica.
Piensa en transporte sostenible:
Brinda soluciones que mejoren el desplazamiento de tus empleados y/o clientes (según el caso) para disminuir la polución generada por los automóviles.
Apadrina un bosque:
Realiza jornadas de reforestación o siembra árboles por las compras de tus clientes (si Ecosia lo hace, ¿por qué tú no?).
Apoya una fundación:
Son muchas las entidades que trabajan por causas ambientales. Tú como empresa puedes unirte donando tiempo y/o dinero.
Sé transparente:
Responde preguntas de manera franca y demuestra tus acciones de formas tangibles (como certificados).
Y por supuesto, comunica:
Cuenta lo que haces e involucra a la gente empleando un mensaje inspirador. Tus clientes son los primeros interesados en aportar al cuidado del medio ambiente y si sienten que tu marca los ayuda a hacerlo, entonces todas tus buenas acciones se verán recompensadas 🙂
Puedes crear un blog con videos, fotos y/o artículos que demuestren tus acciones y su impacto. Las redes sociales pueden ayudarte a darle alcance al mensaje y a generar una comunidad alrededor de tu causa.
Inspírate en estos casos de marketing verde
Ninguna empresa es demasiado joven, vieja, grande o pequeña para practicar el marketing verde. Si no me crees, mira los ejemplos:
Ecoimagination, de GE
Ecoimagination es el nombre de la estrategia que General Electric adoptó en 2005 para mejorar su productividad y reducir el impacto ambiental. Esta compañía de 131 años se atrevió a cambiar su manera de hacer las cosas, invirtiendo en tecnologías limpias e innovación, reduciendo las emisiones de gases contaminantes y el consumo de agua y colaborando con grandes empresas como Wal-Mart e Intel para desarrollar soluciones que mejoren el uso de recursos naturales.
Esta estrategia ha dado muchos resultados. Además de disminuir las emisiones de gases contaminantes en un 12% y el gasto de agua en un 17% entre 2005 y 2015, Ecoimagination ha logrado mejorar la reputación de la marca y aumentar los ingresos, generando 36 millones de dólares en 2015.
Mud jeans
Una marca holandesa de jeans 100% ecológicos que pone en práctica el concepto de economía circular. Están hechos con algodón orgánico, bajo condiciones de trabajo justo, empacados con materiales reciclados y hasta las etiquetas están hechas con tinta ecológica.
Pero lo más interesante de esta marca ni siquiera es eso, sino el modelo de leasing que propone. En este los usuarios “alquilan” sus jeans por 7 dólares al mes (Si, leíste bien), y al final de año deciden si quedarse con ellos o devolverlos. Este modelo aprovecha el cambio de paradigma en el que ya no es necesario ser propietarios para consumir.
Los jeans regresados son reparados para volverse a vender como “jeans vintage” o sirven de materia prima para hacer suéteres. Bastante rentable, ¿cierto?
https://www.mudjeans.eu/project/sustainablebrands-jun-2016/
Para terminar
Estos dos son solo algunos de los muchos casos de marketing verde que han sido efectivos. Sin embargo, las marcas latinas aún tienen mucho que explorar sobre este tema, y no pueden quedarse atrás.
Tenemos que volver a pensar la manera como generamos bienes y servicios y cambiar la idea de que consumir es igual a destruir el ambiente. Las marcas tienen una gran obligación en este sentido, y la gente está dispuesta a premiar a quienes se atrevan a dar el salto. ¿Tú ya sabes cómo lo hará tu marca?