Roadmap: qué es, tipos y cómo desarrollar esta herramienta para tu negocio

El roadmap funciona como una guía visual y objetiva que señala los caminos que debe tomar una empresa para lanzar un nuevo producto o proyecto. Por lo tanto, es fundamental para lograr los objetivos estratégicos y agregar valor al negocio.

roadmap
Tiempo de lectura: 6 minutos

El roadmap es una guía importante en el mundo del marketing y los negocios en general, que señalará los caminos más adecuados para el lanzamiento de un producto o un nuevo proyecto. Esta ayudará a organizar toda la trayectoria necesaria para alcanzar un objetivo determinado.

Así, esta herramienta ayuda a obtener una visión general de cada acción y ofrece las direcciones que se deben tomar para que el negocio crezca.

Lo más interesante de la hoja de ruta es que es una herramienta visual y muy práctica. Con ello, ayuda a aprender de los errores y facilita la toma de decisiones para los próximos pasos.

¿Quieres comprender mejor cómo funciona la hoja de ruta y de qué forma puede facilitar el éxito de tus proyectos?

¡Sigue leyendo este artículo y descúbrelo!

    ¿Qué es hoja de ruta o roadmap?

    Como su nombre indica, es una especie de mapa de un proyecto.

    ¿Conoces esa máxima de que, para aquellos que no saben a dónde quieren ir, cualquier camino vale? Entonces, la hoja de ruta es precisamente el recurso que te mantendrá enfocado en tus objetivos y te indicará las mejores direcciones para alcanzarlos.

    El roadmap debe elaborarse cuando se concibe un nuevo producto o proyecto, convirtiéndose en una guía desde el “nacimiento” de la idea hasta su implementación. De hecho, puede, y debe, continuar usándose incluso después de que se lance el producto.

    En él se describen todos los elementos del proyecto: el mercado, el público, los plazos, los responsables, las tareas, entre otra información. Curiosamente, si bien la hoja de ruta es una guía, no es un documento definitivo.

    De hecho, se puede cambiar siempre que surja la necesidad y a medida que crezca el negocio.

    Finalmente, cabe mencionar que el roadmap suele utilizarse cuando hay perspectivas de grandes inversiones. Al fin y al cabo, es precisamente en estos momentos cuando es necesario realizar muchas actividades para que el proyecto despegue y prospere.

    ¿Por qué hacer un roadmap?

    Durante el lanzamiento de un nuevo producto o un proyecto, el responsable tiene que lidiar con diversa información e interesados, así como actividades y plazos. Es el equivalente a un director de telenovela que sabe que tiene que llegar a un capítulo final y, por tanto, se apoya en un guion para que todo salga como espera.

    El roadmap, por tanto, pretende sincronizar distintas vistas y, así, dar respuesta a cuestiones importantes sobre la organización o la evolución del negocio, como por ejemplo:

    • ¿Dónde estamos actualmente?
    • ¿A dónde queremos ir?
    • ¿Cómo llegaremos allí?

    Con esto, el mapa ayuda a priorizar y agregar el máximo valor al negocio durante el proceso, además de medir los resultados y asegurar que todas las acciones se lleven a cabo.

    • En resumen, la hoja de ruta es importante para: alinear las expectativas de los involucrados en relación al futuro del producto o proyecto;
    • mantener el negocio enfocado y obtener soporte interno para la ejecución del proyecto;
    • indicar las actividades, los recursos y los involucrados en el proyecto;
    • definir los pasos necesarios con el menor costo posible para viabilizar el proyecto;
    • validar y agregar valor en cada etapa antes de pasar a la siguiente.

    Conoce los tipos de roadmap

    Como la hoja de ruta es una guía para un proyecto, su formato final está directamente relacionado con las particularidades del proyecto que se llevará a cabo.

    Por lo tanto, no es posible crear una lista definitiva de todos los tipos de roadmap existentes. Sin embargo, aquí hay algunos ejemplos de casos en los que una hoja de ruta puede marcar la diferencia.

    Roadmap de software

    Esta es un área donde el uso de hojas de ruta es bastante común. Después de todo, desarrollar software es una tarea muy compleja y detallada, que involucra diferentes personas, conocimientos y procesos.

    Por lo general, un roadmap de este tipo parte de un análisis para plantear las necesidades del mercado y, así, definir los requisitos y la viabilidad del proyecto.

    Luego, de acuerdo a las lecciones aprendidas, se realiza una descripción del producto y su arquitectura para que pueda comenzar el desarrollo.

    Finalmente, hay un período de pruebas y ajustes para que el software se lance al mercado.

    Roadmap tecnológico

    El desarrollo tecnológico se produce a un ritmo cada vez mayor en esta época de transformación digital. Por lo tanto, las empresas necesitan construir la capacidad de adaptarse rápidamente.

    Y esto aplica tanto para negocios que operan directamente en el mercado tecnológico como para otros.

    Por lo tanto, cuando la empresa necesita lograr un objetivo a largo plazo, la hoja de ruta tecnológica es una herramienta extremadamente importante.

    Con ella, es posible aplicar la tecnología de manera correcta y estratégica, lo cual es crucial en estos casos.

    Al fin y al cabo, estamos hablando de tecnología y por tanto de algo todavía muy nuevo y desconocido.

    El roadmap, por tanto, ayudará tanto con las cuestiones técnicas como con los objetivos estratégicos con los que debe cumplir la tecnología.

    Roadmap de coaching

    La hoja de ruta también se puede utilizar como una herramienta de desarrollo personal. Una vez más, debe estar vinculada a un objetivo para que haya más claridad sobre cómo lograrlo.

    De esta forma, el roadmap del coaching parte del escenario actual en el que se encuentra la persona y traza las actividades que debe realizar para que llegue a donde quiere estar.

    Así, puede señalar las acciones, cambios y comportamientos necesarios para lograr el objetivo determinado.

    Consejos para construir un roadmap

    ¡Toma nota!

    1. Definir objetivos estratégicos

    Una hoja de ruta debe comenzar con un objetivo estratégico.

    Al fin y al cabo, será precisamente este objetivo el que guiará el resto de información del mapa.

    Es importante decir que un objetivo estratégico es diferente a algo genérico como “vender más”.

    Piensa que objetivos como conquistar nuevos mercados o ganar notoriedad, por ejemplo, conducen a un aumento de la rentabilidad.

    Sin embargo, consisten en caminos completamente diferentes. Por lo tanto, es esencial que este objetivo esté claramente definido.

    De lo contrario, todo el mapa se sustentará en una actividad que no conducirá al crecimiento de la empresa.

    2. Descubrir los problemas y definir la visión del producto

    Para ser útil, un producto necesita resolver un problema para un grupo de personas.

    Por lo tanto, lanzar un nuevo producto requiere comprender cuál será este problema a resolver. Una vez hecho esto, es necesario combinar las necesidades del cliente con los objetivos de la empresa para llegar a la “visión de producto”, es decir, la idealización de lo que debe ser/hacer el producto para ser lanzado con éxito al mercado.

    Entonces, es esencial realizar una investigación de mercado para comprender las tendencias de consumo y el comportamiento de su audiencia, por lo que la hoja de ruta se dibujará en función de los datos, no solo de las conjeturas y la intuición.

    3. Calcular el tiempo y los recursos necesarios

    Todo proyecto necesita una previsión de recursos para que sea viable. Por lo tanto, es fundamental definir quién será el responsable de cada una de las actividades, cuánto tiempo de desarrollo se necesitará y qué inversiones se realizarán durante el período.

    Con esto evitas que cualquier tarea se quede fuera o se retrase por falta de planificación o, peor aún, porque no haya más dinero para realizarla.

    4. Enumerar y priorizar características

    Cuando hablamos de algo nuevo, es común tener miles de ideas. Sin embargo, es necesario mantener el enfoque y la coherencia para que se siga el plan.

    Después de identificar si el concepto del producto o proyecto es viable, enumera todas las características que debe contener.

    Luego, revisa la lista y prioriza lo que traerá el mayor retorno al negocio.

    Con el roadmap, el producto se desarrollará paso a paso en función de estas prioridades que se enumeraron.

    Así, en cada paso de prueba, será posible evaluar, entender si tienen sentido y mejorarlos o descontinuarlos.

    5. Revisar el roadmap constantemente

    Como decíamos, la hoja de ruta no es algo inmutable. Por el contrario, debe ser revisada y mejorada a medida que se desarrolla el proyecto.

    Si las nuevas características del producto no cumplieron con las expectativas o el proyecto no alcanzó los objetivos, es momento de identificar qué se puede mejorar.

    Aún así, en casos de fallas consecutivas, puede ser que lo mejor sea eliminar el producto por completo.

    Finalmente, el roadmap debe continuar incluso después de que se lance la primera versión al mercado.

    Después de todo, el producto puede seguir evolucionando en el mercado al incorporar nuevas funciones, y ahora tienes la oportunidad de evaluar los comentarios de los clientes.

    El roadmap es una herramienta importante para orientar proyectos y lanzamientos para empresas de todos los segmentos y tamaños. Y es que funciona como una hoja de ruta que enumera los pasos, las inversiones, las actividades y los involucrados en ese proyecto, todo vinculado a un objetivo estratégico y dentro de un cronograma.

    Así, un roadmap solo tiene sentido si la empresa cuenta con objetivos muy claros. De lo contrario, desperdiciarás recursos y tiempo realizando actividades que no te llevarán a ninguna parte.

    Ten en cuenta que para obtener resultados, debes priorizar. Y esto solo sucederá cuando los objetivos de la empresa estén delineados y monitoreados constantemente.

    Si te resulta difícil establecer objetivos adecuados para tu negocio, ¡no te preocupes! Creamos un material gratuito que te ayudará en esta tarea basándonos en la metodología OKR. Accede a la guía ahora mismo y descubre cómo establecer objetivos que se conecten con tus estrategias comerciales.

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