Hace unas semanas mi familia y yo nos reunimos para un almuerzo especial y, en determinado momento, mi hermana quiso mostrarnos un video que había visto en las redes sociales. Una de esas actividades familiares que exigen nuestra atención.
Mi padre, mi madre, mi sobrina, mi cuñado y yo estábamos muy concentrados en su teléfono, esperando el final del video y, de repente, nos sorprendió un anuncio fuerte y llamativo de una aplicación de entrega (que, para empeorar la situación, ya estaba instalada en el teléfono de mi hermana).
Nos asustó tanto que perdimos la curiosidad y no terminamos de mirar el video; nos distrajimos comentando cómo este tipo de anuncios interrumpe — infelizmente con mucha frecuencia — una buena experiencia de usuario.
No me sorprendió, por tanto, el resultado del estudio de GroupM, que le preguntaba a los usuarios de plataformas de streaming lo siguiente:
“¿Qué probabilidades hay de que aceptes tener que ver anuncios si esto supusiera una factura mensual más baja por los servicios de streaming?”.
Qué nos muestran los datos
El resultado de la encuesta anterior indicó que alrededor del 76% de los encuestados estaban más dispuestos a ver los comerciales, frente al 73% de la encuesta más reciente.
Si bien es solo una caída sutil, ese 3% puede indicar el comportamiento de consumo obvio que ya estaba sintiendo ese día con mi familia: las personas odian las interrupciones.
Y ese anuncio de la aplicación de entrega me hizo pensar que la sociedad se está volviendo menos tolerante con los anuncios, y una mala experiencia de usuario con un anuncio puede ser culpable de malas ventas y malos resultados de conversión.
Esto es algo que sabemos desde hace bastante tiempo: en 2017, la Encuesta CMO dijo que casi 3 de cada 4 usuarios de redes sociales (74 %) piensa que hay demasiados anuncios.
Otra encuesta evidenció que el 69 % de los adultos estadounidenses creen que los anuncios en los servicios de streaming son repetitivos y al 79% le molesta esa experiencia.
Se puede decir que a nadie le gusta que lo interrumpan, y con varias opciones de entretenimiento que encontramos en la palma de nuestra mano, es probable que cada vez menos personas estén dispuestas a someterse a esto.
Esta podría ser la razón por la que un usuario no ve un video hasta el final, deja de escuchar un podcast o, incluso, se da de baja de una suscripción de un servicio de streaming que, aunque sea paga, se obstina en tener comerciales antes y durante su contenido.
Por qué los especialistas en Marketing deberían prestarle atención a esto
Las plataformas como TikTok han ganado espacio y desafiado la publicidad para profesionales de todo el mundo. Además de estos desafíos, los especialistas en marketing y las empresas deben conocer cada etapa de la producción publicitaria y no solo el guion de un comercial o los resultados que genera.
El comportamiento del usuario debe guiar el proceso creativo de tu anuncio, mucho más que el presupuesto que tengas que invertir.
Hablando con mis compañeros responsables del desempeño en sus respectivos roles y considerando algunos años de experiencia en esto, encontré algunas cosas en común cuando se trata de la siguiente pregunta: ¿Es posible publicitar mientras se promueve una gran experiencia?
He seleccionado algunas ideas al respecto para compartirlas contigo a continuación.
¡Sigue leyendo!
¿Es posible hacer publicidad mientras se promueve una gran experiencia?
Bueno, para mí y mis colegas, la respuesta es, ¡por supuesto! Y, al mismo tiempo, no es niguna misión imposible, las cosas que realmente creemos que todos los anunciantes deben tener en cuenta para una buena experiencia de usuario al desarrollar un anuncio son:
1. Narración
Incluso al invertir en videos cortos de baile o transiciones de imágenes entre productos para tu anuncio, es posible contar una pequeña historia o establecer una conexión con el usuario. Investiga la mejor manera de hacer esto y asegúrate de conectar tu producto o servicio de manera objetiva.
2. ¿Dónde se mostrará?
Son varios los profesionales que utilizan el alcance y el engagement que proporcionan los datos de las propias plataformas publicitarias para definir los mejores canales, horarios y targeting.
Es cierto que todavía tenemos que considerar esto, pero también es bueno pensar desde la perspectiva del dónde para saber:
- si tu audiencia tiene cómo estar ahí para ver la película o el tutorial;
- si podemos convertir en leads otros espectadores que no hacen parte de tu audiencia, pero que podrían ser atraídos.
3. ¿A qué hora se transmitirá el video?
Al principio, a la mitad o al final: debes considerar el contenido del video para saber cuál es el mejor momento para presentarlo. Recuerda que a nadie le gusta que lo interrumpan, pero que hay contenidos que valen la pena.
4. Analiza cuidadosamente las asociaciones que publican anuncios incluso en planes pagos
Esto genera resultados. Pero, ¿consideras la frustración de un usuario pago de una plataforma cuando se enfrenta a un anuncio? Debes tener la certeza de que las ganancias potenciales valgan los posibles gastos.
5. Reflexiona: ¿es esta la mejor manera de llegar a mi audiencia?
Al escuchar un podcast el otro día, recordé cuando miraba anuncios entre las noticias de la mañana.
Pero pronto me di cuenta de la evolución del formato: mientras hablaban del crecimiento de trabajadores latinoamericanos que asumían trabajos remotos en empresas internacionales, sugirieron un curso de inglés para aquellos que aún no se sienten seguros de invertir en una carrera en estas empresas. Y con descuento, para los que sean oyentes.
Creo que esta es una excelente manera: conectar tu producto o servicio de una manera coherente, contextual y amigable con tu anuncio.
Por lo tanto, creo que siempre es posible ofrecer una buena experiencia de usuario y prestarle atención a las señales (¡y encuestas!) que apuntan a un buen camino, de acuerdo con los acontecimientos de la sociedad y la evolución de tu marca o negocio.
Productos que aparecen en series, coches utilizados en películas, diversos servicios utilizados en telenovelas, marcas que patrocinan concursos en reality shows… todos son ejemplos de publicidad, pero se insertan en un contexto que es poco probable que sea objeto de aversión por parte de los usuarios. ¿No estás de acuerdo?
