Sin embargo, hoy en día el ejercicio del email marketing ha evolucionado a través de la automatización y la optimización de sus técnicas de envío. Por ello, conocer estos aspectos negativos que dañan la reputación del emailing y aprender a paliar estas malas prácticas, puede cambiar la percepción que hasta ahora tenías de correo masivo.
Vamos a conocer las malas prácticas a la hora de hacer mailing que no debes aplicar en tus estrategias. Así evitarás tener problemas para enviar tus campañas, tendrás una buena reputación a ojos de tus destinatarios y sabrás optimizar tus envíos consiguiendo que tus contactos vean tus newsletters en sus bandejas de entrada.
Hacer mailing: 7 errores a evitar
1.Comprar listas de contactos
Comprar listas de contactos es un práctica ilegal que además puede conllevar elevadas sanciones económicas. Con la entrada en vigor del RGPD, el nuevo reglamento europeo, los datos personales de los internautas están aún más protegidos ante la ley. Este reglamento hace especial incidencia en el consentimiento previo de los usuarios para la utilización de sus datos, sobre todo, para fines comerciales.
A corto plazo, puede parecer que enviar tus ofertas comerciales a más gente en menos tiempo puede generar más ventas. Pero esto no es cierto. Cuando se trata de contactos que no han dado su consentimiento, no tienen interés en lo que ofreces, por lo que por muy grande que sea tu lista de contactos, apenas venderás. Para recopilar o ampliar tu lista de contactos propia y de calidad deberás utilizar formularios de suscripción en los cuales los usuarios interesados te darán sus datos personales con su consentimiento explícito.
2. Abusar con la frecuencia de envío
La frecuencia de envío de tu newsletter es un elemento que tiene que permanecer constante. En el momento en el que el usuario se suscribe a la newsletter, entre los beneficios que suponen está suscripción está el envío regular de información de tu empresa, ya sea semanal, mensual, bimensual…, si reducen la frecuencia de envío, no estás cumpliendo con los beneficios de la suscripción, del mismo modo que si aumentas la frecuencia abusas de su confianza. El destinatario espera lo que se le ha prometido ni más ni menos.
En función del tipo de empresa y de los contenidos que puedas ofrecer te convendrá una frecuencia de envío u otra. Si cuentas con una tienda online con un alto volumen de oferta, podrás ofrecer una o dos newsletters por semana. Si tienes un blog, un envío mensual con tus artículos más relevantes es más que suficiente. Y si eres creativo o diseñador con novedades menos regulares, es más conveniente enviar una newsletter bimensual.
3. No segmentar tu lista de contactos
Tras enviar tus primeras campañas de email marketing, es interesante ver la respuesta que ha tenido en tus destinatarios. Antes de enviar la campaña de emailing es recomendable utilizar el test A/B, una herramienta que envía dos pruebas de tu campaña a dos grupos de destinatarios preseleccionados. Así, podrás comprobar cuál de las dos versiones funciona mejor.
En función de las acciones de los destinatarios, deberás segmentar por grupos. Si no han recibido el correo (tasa rebotados), tendrás que comprobar si has escrito bien la dirección. Si no han abierto el correo, deberás enviar un email recordatorio. Si han abierto el correo (tasa de apertura), podrás crear tu próxima campaña. Si han abierto el correo y además han hecho clic en el enlace o CTA (tasa de clics), tendrás que investigar en tu página web y comprobar en qué momento han dejado de navegar y por qué motivo no han efectuado una compra. Y si, en el mejor de los casos, han realizado una o varias compras (tasa de conversión), es el momento de enviar newsletters personalizadas y ofrecer pack de fidelización como ofertas o descuentos.
4. Acabar en la bandeja de SPAM al hacer mailing
Conseguir llegar a la bandeja de entrada de tus destinatarios es el primer obstáculo al que nos enfrentamos para que la campaña de email marketing tenga éxito. Terminar en la bandeja de SPAM es un verdadero fracaso inicial por dos motivos principales: la mala reputación que adquiere tu marca a ojos de los destinatarios y tu campaña se vuelve totalmente invisible, ya que es muy complicado que alguien entre en la bandeja de SPAM, a no ser que esté buscando un correo específico que no encuentra en su bandeja de entrada.
Con el objetivo de evitar que tu campaña termine en la bandeja de correo no deseado, vamos a dar una serie de consejos que ayudarán a superar los filtros antispam de los proveedores de correo:
- Utilizar un dominio profesional tipo ‘[email protected]’ da una percepción de seriedad y proximidad a los destinatarios
- Utilizar un asunto sin signos de exclamación y puntuación, o mayúsculas
- Tanto en el contenido como en el asunto del correo evitar palabras comerciales como: gratis, beneficio, última llamada, descuentos…
- Establecer una relación imagen-texto equilibrada: la relación ideal sería 40% imagen y 60% texto. Un correo compuesto en su mayor parte de imágenes sería detectado como SPAM
5. No optimizar el contenido y el asunto de tu mensaje
El asunto es lo primero que verán los destinatarios antes de abrir el mensaje. Por lo tanto, hay que medir con detalle las palabras que utilizamos. Es vital escoger un asunto que llame la atención y que sea original, sobre todo, que incite a abrir el mensaje. Tanto el asunto como el contenido hay que personalizarlo para atender a las necesidades de los usuarios.
Del mismo modo, dentro del contenido hay una serie de elementos que si lo conjugas correctamente, el usuario terminará en el lugar que deseas. Por un lado hay que incluir un CTA (Call to action) o algún enlace que redirija al usuario a tu landing page o página de conversión. Hay que comprobar que el enlace funcione correctamente con un envío de prueba, sino tu campaña no habrá servido de nada. Por otro lado, contar con un diseño responsive para que tus mensajes se adapten a otros dispositivos, evitará problemas de lectura en formatos como el móvil.
6. No incluir los datos requeridos por ley en el mensaje
El primer elemento que es obligatorio incluir por ley al final de cada correo es en enlace para cancelar la suscripción, para que el usuario, si lo estima oportuno, acceda sin complicaciones.
El segundo elemento sería los datos básicos de la empresa remitente:
- nombre de la empresa,
- dirección postal,
- CIF,
- ciudad,
- país
- teléfono de contacto.
Como novedad, para los dominios profesionales y de empresa hay que incluir el texto que establece que la empresa está en total conformidad con la nueva normativa europea, el RGPD.
7. No aprovechar los informes y estadísticas
Una de las ventajas del email marketing es que todas sus acciones son medibles. Las herramientas profesionales recopilan de forma automatizada todos los datos y acciones de los destinatarios de las campañas.
Una opción interesante es la exportación de informes en tiempo real para detectar dónde falla tu campaña y qué cambios aplicar. Dentro de los datos a destacar son frecuentes:
- La tasa de apertura: porcentaje de aperturas del total de correos recibidos
- La tasa de clics: porcentaje de clics en el enlace del total de correos recibidos
- La tasa de bajas: porcentaje de destinatarios que se han dado de baja en la suscripción
- La tasa de rebotados: porcentaje de destinatarios que no han recibido el correo
- La tasa de reactividad: porcentaje de clics de entre todos los correos abiertos
Autor: Diego Prego, Content Manager en Mailify