Muchas de esas experiencias que tanto recordamos no necesariamente son positivas, quizá también recordamos el día que nuestro equipo perdió esa final o cuando nos rompieron el corazón. Pero de eso trata la vida, de vivir experiencias tanto positivas como negativas.
Al igual que la vida, las marcas también buscan generar experiencias
Claramente esas marcas que seguimos y consumimos buscan generar una experiencia positiva en nuestras vidas. Con la llegada del mundo digital y la inmediatez de contenidos, más los cambios constantes en las comunicaciones, las marcas buscan acercarse de una manera acertada a sus consumidores y lo hacen por todos los medios posibles.
No solo se busca la satisfacción del consumidor, ahora se busca la conexión a través de experiencias, porque estas son generadoras de emociones y estas a su vez, son las encargadas de la toma de decisiones. Hoy por hoy sabemos que las marcas que no estén digitalizadas, simplemente serán irrelevantes, también podemos asegurar que las marcas que no tengan la capacidad de generar experiencias positivas con sus públicos perderán terreno frente a los competidores que sí lo hacen.
¿Qué es marketing de experiencias?
El marketing de experiencias, también conocido como marketing de las emociones, es aquel marketing creado para evocar sentimientos. Es decir, el producto o servicio que se vende va más allá de lo que realmente es y vale más por lo que representa.
Ya no es un carro, ahora es libertad. Tampoco so son flores, ahora es amor. Y no es un viaje, ahora es un sueño. Y así, los productos ahora son sentimientos y anhelos.
En el marketing de experiencias se junta todo lo que nos puede evocar un sentimiento y provocarnos placer. Puede ser a través de sonidos, olores, imágenes, recuerdos, cualquier cosa que nos provoque una sensación positiva.
El consumo está basado en sentimientos internos, compramos más de lo que necesitamos, ¿no es así?, pero esto, ¿a qué se debe? A que el marketing crea esas necesidades.
Vamos a imaginarnos una situación.
Claudia está en su casa viendo su teléfono tranquilamente, de repente, aparece la imagen de un anuncio de unos zapatos lindos en oferta que dicen ser súper cómodos y que quedan perfectamente con aquella blusa que acabó de comprar. ¿Qué piensa Claudia? Que ahora “necesita” esos zapatos.
¿Hasta ese momento Claudia necesitaba zapatos? ¡No! Y, ¿qué pasó? El marketing le generó el deseo de consumo y si, la imagen de un anuncio fue capaz de generar ese deseo, imagínate lo que puede hacer el marketing de experiencias.
Marketing tradicional al marketing Experiencial
Para clarificar mejor el concepto de “Marketing experiencial” o también conocido como “marketing de experiencias o marketing de emociones” debemos retroceder en el tiempo, al momento cuando el marketing solo era en una sola vía.
Porque el marketing tradicional buscaba la compra de un producto, un uso y una recompra, centrándose en su calidad, sus características diferenciales y sus beneficios tangibles, de aquí nace la necesidad de extender el concepto de marketing tradicional a marketing de experiencias, el cual se centra en el propio cliente y las experiencias que este obtiene durante la comercialización y uso del producto o servicio.
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La clave del marketing de experiencias
La clave está en que el cliente elija un producto de la categoría por lo que le ofrece antes de la compra, durante el uso y lo que genere después de su uso.
Un ejemplo de ello, nos lo brinda la marca Harley Davinson. Sin duda una marca deseada en el segmento de las motocicletas, que, más allá de vender a un precio bajo o la idea de una moto que brinda mayor velocidad (características de producto que se venderían desde el punto de vista del marketing tradicional), se convierte en experiencia gracias a que lo que vende es un estilo de vida, genera deseo y anhelo antes de comprarla, se disfruta durante su uso y deja grandes experiencias después de su uso; además de convertirse en historias y experiencias memorables.
Otro claro ejemplo del buen uso del “marketing de experiencias lo hace la reconocida marca de bebidas gaseosas de color rojo y blanco, no tengo que decir su nombre y seguro ya sabes cuál es, porque aparte de hacer un gran trabajo en generar experiencia, también lo hace desde su imagen corporativa. Dejaron de vender gaseosas para vender felicidad, un territorio con muchos caminos para explorar y de los cuales recorren todos para llegar sus públicos con experiencias que de verdad generan felicidad.
- Cajero de la felicidad
- Máquina de la amistad
Podría usar 10 ejemplos más de la misma marca, pero con estos dos bastan para entender el concepto, lo más importante es encontrar nuevas opciones para acercarte a tu público y generar experiencias diferentes.
Ante un mercado saturado de marcas, productos y servicios, el marketing experiencial o marketing emocional viene a jugar un papel concientizador a los responsables de las marcas.
¿Cómo aplicar el marketing de experiencia a las marcas?
- Usa los sentidos, genera experiencias que despierten diferentes sensaciones en tus usuarios, hazlos sentir sabores, olores, juega con el tacto y hazlos mirar cosas nuevas, hazlo en tu próxima campaña.
- Aprovecha el poder de los datos, para segmentar y encontrar insights poderosos que te permitan acercarte a través de los gustos reales de tus públicos. Conoce qué música les gusta bailar, a qué sabores no se pueden resistir y cuál es su color favorito; esos datos que encontrarás en la data, serán claves para generar una experiencia diferente.
- Hablan más los hechos por sí solos que las palabras, por eso deja que tu producto demuestre todo su potencial en acción, aquí radica el verdadero poder de la experiencia en uso.
- No trates de vender siempre, genera espacios de conciencia, es decir dale a tus seguidores espacios de diversión, espacios de deporte, de distracción, patrocina eventos musicales, deportivos, bríndales una experiencia inolvidable, y verás que tus productos se venderán solos, además generarás voz a voz entre tu público y eso vale más que cualquier inversión publicitaria.
Cuando una marca logra que la sigan
Apple es una marca reconocida a nivel mundial por el status y el confort que consiguió al haber dejado de tener clientes y consumidores para obtener seguidores. Así es, los seguidores, sin duda, se conectan emocionalmente con su gente, y logran que año tras año convoquen miles de personas más, para que esperen por la nueva versión del dispositivo móvil, sin importar el agua, el sol o las largas filas. A eso es a lo que definimos como fidelidad de marca y se logra creando estrategias de marketing experiencial.
Las personas son escépticas
La gente cada vez cree menos en las marcas y hay algunas marcas que aún no son conscientes de esto. De ahí la importancia de que los anunciantes realmente entiendan el poder de generar experiencias y busquen los mecanismos y herramientas alternativas para que su marca o producto despierte interés en las personas por la experiencia que les genera.
Ejemplos de marketing de experiencias
Para que tengas una idea mejor te dejo dos ejemplos de marketing de experiencias.
Reunión de chicos (Cerveza Quilmes Clásica)
Un ejemplo de marketing de experiencia muy bueno que apela a la nostalgia por el pasado es la publicidad argentina de la cerveza Quilmes.
En esta publicidad se muestra una reunión de chicos de todas las edades y de todos los lugares, donde el más experimentado, prueba la Cerveza Quilmes Clásica para verificar si su sabor es el mismo de antes.
Al tomar el primer trago le pasan por la mente escenas antiguas de situaciones típicas y artistas clásicos. Después de estas imágenes con una expresión de satisfacción el chico da un grito, concordando con la calidad de la cerveza.
De fondo musical un clásico del rock argentino de los años 80 complementa la publicidad.
Aquí consiguieron reproducir perfectamente un sentimiento de añoranza del pasado que hasta quien no es argentino puede sentirlo.
Nochebuena de la compañía aérea Spanair (vuelo JK5208)
Otro ejemplo muy bueno, sobre este tipo de marketing es la experiencia que tuvieron los pasajeros de un vuelo de la compañía Spanair.
Ocurrió en la víspera de la Navidad de Barcelona a las Palmas, donde llegarían cerca de la medianoche. Al llegar al destino final, los pasajeros fueron a buscar sus maletas y en la cinta transportadora, en lugar de salir las maletas salieron cajas y paquetes de regalos de diferentes tamaños y formas, cada uno con el nombre de su destinatario.
Este tipo de experiencia sin duda deja huellas, no solo en los pasajeros de ese vuelo, sino también en todos lo que presenciaron la situación.
Después de este detalle, esos pasajeros difícilmente escogerán otra compañía para hacer sus vuelos.
Por último, recuerda que tu marca debe lograr que las personas actúen y reaccionen ante tu estrategia de marketing experiencial, solo así generarás historias que le aporten a los valores de tu marca y permita que te establezcas en el “top of mind” y porque no, en el “top of heart”.