Son varios los factores que debemos considerar obligatoriamente al elaborar una estrategia de marketing. Además de enfocarnos en el objetivo principal y en la buyer persona, no podemos olvidar algo tan simple (y a la vez esencial) como el tipo de producto que se busca promocionar.
Considerar el tipo de producto, y sobre todo sus peculiaridades, puede ayudar considerablemente a introducir pequeños detalles en la estrategia que serán de gran importancia en el resultado final.
Precisamente, este artículo conocerás los tipos de productos que existen, sus principales particularidades y cómo estas pueden influir no solo en la promoción, sino incluso en la determinación del precio y del punto de venta.
¿Estás listo? Entonces, ¡empecemos!
¿Qué es un producto?
Antes que nada, vamos a entender mejor lo que exactamente es un producto.
Un producto es todo aquello que está a disposición, es decir, en el mercado, para que cualquier usuario lo adquiera con la finalidad de satisfacer una necesidad un deseo.
Antes, podíamos identificar con más facilidad la diferencia entre un producto y un servicio.
Un producto era aquel objeto tangible que se consumía y un servicio era algo intangible que solo se percibía después de recibirlo.
Sin embargo, con la llegada de internet surgieron los infoproductos, que con la definición anterior pueden confundirse con un servicio.
Un infoproducto es un producto que se puede descargar y que está a disposición de cualquier consumidor que quiera disfrutar de él o utilizarlo.
Un servicio es algo preparado específicamente para el consumidor de acuerdo con lo que necesite. A medida que este servicio se entrega, va siendo percibido por el cliente, como por ejemplo la reparación de un objeto, clases de inglés o la habitación de un hotel.
En este post vamos a dejar un poco de lado los infoproductos y los servicios y enfocarnos en los productos físicos.
Tipos de productos y su clasificación
Los productos pueden clasificarse de tantas formas como criterios se utilicen. Desde el punto de vista del marketing es importante una clasificación que ayude a definir el tipo de promoción que se hará, el precio y el punto de venta.
La primera clasificación de productos podemos hacerla en dos grandes tipos: los productos para el consumidor final y los productos para las empresas. Estos, a su vez, se pueden dividir en otros subgrupos, como los veremos a continuación.
Productos para el consumidor final
Los productos destinados al consumidor final, ya sean para el uso personal o familiar, pueden dividirse de la siguiente forma:
Productos de conveniencia
Los productos de conveniencia son aquellos que el consumidor está acostumbrado a adquirir sin hacer mucho esfuerzo.
Generalmente tienen un precio estipulado por el mercado que no varía mucho entre los establecimientos que los comercializan.
En este grupo podemos citar productos como caramelos, galletas y lápices, ente muchos otros.
A su vez, los productos de conveniencia se subdividen en:
- Productos de consumo básico: se compran regularmente, no pueden faltar y el punto de venta es bastante accesible.
- Productos de impulso: son artículos que no forman parte de la lista de compras, por lo que su visibilidad en un punto de venta es fundamental.
- Productos de urgencia: se adquieren en una emergencia, por lo que el precio de venta no es tan importante y, en cambio, el tiempo y lugar son fundamentales.
Productos de comparación
Estos productos exigen una preocupación mayor en la compra.
Son productos que no se adquieren con tanta frecuencia como los anteriores, por lo que antes de obtenerlos se hace una comparación de precios, duración y calidad.
Podemos citar dentro de este tipo de productos la ropa, los muebles y los electrodomésticos, por ejemplo.
Los productos de comparación también tienen una subdivisión:
- Productos de comparación homogéneos: tienen el mismo tipo, tamaño y calidad y el precio es importante.
- Productos de comparación heterogéneos: tienen características diferentes y la marca es importante.
Productos de especialidad
Los productos de especialidad tienen características que los hacen únicos. Puede ser la marca o alguna diferencia con los productos equivalentes de la competencia.
El consumidor hace un esfuerzo para conseguirlos, ya sea en cuestión de valor o buscándolos hasta encontrarlos.
Como ejemplo podemos citar los automóviles o los teléfonos móviles.
Productos no buscados
Los productos no buscados son aquellos que los consumidores no saben que existen o no se interesan por ellos por no considerarlos tan necesarios.
Para fomentar el consumo de estos productos es necesaria una buena campaña de publicidad.
Por ejemplo, podemos citar los seguros de vida o los detectores de humo. Además, dentro de esta categoría encontramos dos subtipos de productos:
- Productos nuevos no buscados: son los que recién llegan al mercado y no se conoce su función.
- Productos regularmente no buscados: son aquellos que no quieren ser consumidos porque no se consideran tan necesarios.
Productos para las empresas
Los productos para las empresas o productos industriales son aquellos que los negocios utilizarán para la creación de un producto final o en cualquier área de la empresa.
Estos productos se pueden dividir en 3 tipos:
Materiales
Dentro de la clase de los materiales encontramos las materias primas, además de todos los componentes manufacturados.
Bienes de capital
Son los productos que forman el activo de la empresa. Podemos considerar como bienes de capital los equipos industriales necesarios para el proceso de elaboración del producto final y los equipos de otros sectores del negocio.
Pueden ser divididos en:
- productos de larga duración: por ejemplo, las máquinas industriales;
- productos de corta duración: podemos citar las computadoras personales.
Suministros
Son los insumos que no tienen que ver directamente con el proceso de producción, pero necesarios para el buen funcionamiento de cualquier negocio.
Tenemos como ejemplo el material de oficina en general y los artículos de limpieza.
¿Por qué es importante conocer los tipos de productos?
Al saber el tipo de producto de algo que quieres comercializar podrás definir mejor cuál es el precio con el que será lanzado en el mercado, el canal ideal para su distribución, el tipo de promoción que se utilizará y muchas cosas más.
Además, al tener en cuenta la clasificación y particularidades de un bien, se puede determinar el plan de marketing más adecuado para facilitar su comercialización.
Conclusión
Saber cuál es el tipo de producto que quieres promocionar te ayudará notablemente a encontrar la mejor forma de hacerlo.
Se trata de uno de los aspectos que muchas veces pasan desapercibidos, sin embargo, al haber leído este artículo ¡tú no cometerás ese error!
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