Design Thinking: una forma innovadora de pensar y resolver problemas

Una metodología no tan nueva, pero que cada vez toma más fuerza en el mundo empresarial: el Design Thinking. Descubre cómo esta forma de pensar puede ayudarte a innovar.

una bombilla con varias alambras representando el design thinking

Cada vez más surgen nuevas metodologías y herramientas para el desarrollo de nuevos proyectos. Algunas no tan nuevas pero que resurgen de acuerdo con las necesidades del momento. Una de ellas es el Desigh Thinking.

¡Descubre cómo puede ayudarte a solucionar los problemas de tu buyer persona en este artículo!

¿Qué es el Design Thinking?

El Design Thinking es una forma de pensar, que se originó en el mundo del diseño, con el objetivo de resolver los problemas de un grupo de personas ya sea mediante de la concepción de un producto o un servicio, la elaboración de un proceso, la creación de una estrategia, etc.

Esta metodología de pensamiento se puede utilizar en los más variados sectores y es aplicable a cualquier área. Podríamos decir que es una mezcla de pensamiento creativo con pensamiento corporativo que se refleja en innovación.

¿Cuáles son las etapas de Design Thinking?

El proceso de Design Thinking puede desarrollarse en 5 pasos esenciales:

1. Empatizar

La satisfacción de las necesidades es el principal objetivo de esta metodología. Por tanto, es necesario ponerse en el lugar de la persona de la que estamos intentando resolver el problema para encontrar una solución.

El foco del Design Thinking son las personas y sus problemas, es por esta razón que debemos obtener la mayor cantidad de información posible sobre este grupo y sus necesidades. Solo de esta forma podremos tener éxito en la aplicación de este método.

Una excelente forma de entender realmente a los usuarios es a través de encuestas. Si esto es posible, no dudes en hacerlas, de esta forma podrás sumergirte en sus hábitos y así podrás entender mejor sus experiencias. En esta etapa es importante considerar no solo los datos sino también las emociones de los usuarios.

2. Definir

Conociendo bien el grupo de personas para el que vamos a resolver el problema, debemos definirlo. Identificar claramente cuál o cuáles son los problemas que intentaremos solucionar es fundamental en esta etapa.

En este momento también es importante pensar en las soluciones posibles para este problema, no solamente considerando tu experiencia, sino intentando pensar como el dueño del problema usando todas las informaciones que obtuviste en el paso anterior.

Deja volar tu imaginación, este es el momento de pensar en las más variadas ideas. Explora áreas inesperadas, de esta forma podrás tener alguna idea innovadora.

Es importante que todos los miembros del equipo tengan voz en esta etapa, así la diversidad de ideas será más grande.

3. Crear

Llegó el momento de seleccionar las ideas recolectadas en la etapa anterior, hazlo con calma. Naturalmente tenemos la costumbre de descartar las ideas más distantes de nuestra zona de confort, así que ten cuidado para no caer en lo mismo de siempre. Es el momento de ser innovador, pero con cautela.

Es importante escuchar todos los puntos de vista del grupo que está trabajando en esta idea. Ser lo más abierto posible a nuevas posibilidades es primordial. En muchos casos una idea extravagante puede traer una solución efectiva e innovadora.

4. Prototipar

Una vez que ya se te tiene la idea para solucionar el problema, es la hora de hacer el prototipo. Puede ser un prototipo de un producto, un servicio, una estrategia o de lo que estés trabajando. Lo importante es hacer funcional tu idea.

Mientras más completo y mejor hecho esté el prototipo, podrás tener una perspectiva mejor.

5. Evaluar

Es el momento de interactuar con el prototipo. Hacer un análisis para descubrir si realmente esta solución es la más indicada para resolver las necesidades de los usuarios.

Este es un proceso que puede ser realizado varias veces, si la primera idea no resuelve los problemas del usuario, hay que recomenzar hasta alcanzar el resultado esperado. Aunque a veces no es necesario volver al inicio, en algunos casos es suficiente hacer solo algunas mejorías antes de definir el proyecto final.

¿Qué herramientas se pueden utilizar para su ejecución?

Existen algunas herramientas que pueden facilitar el proceso de creación. Aquí te muestro algunas de ellas:

Mapa mental

El mapa mental es una técnica que podemos utilizar para visualizar las diversas ideas que surgen alrededor de un tema.

Para realizarlo se escoge el tema principal y se coloca en el centro del mapa. A su alrededor se van colocando las ideas que se conectan con el tema. Es una forma visual de organizar ideas que permite una fácil interpretación.

Storytelling

El storytelling se puede utilizar para narrar la historia de todo el proceso, iniciando en la definición hasta el momento de hacer el prototipo.

Benchmarking

El benchmarking sirve para evaluar y analizar a través de la comparación.

En el design thinking se puede utilizar para seleccionar las ideas más relevantes para la solución del problema. Puedes hacer una lista de las ideas y analizar algunos parámetros. Para cada uno de los parámetros alcanzados por esa idea se le colocará un tick (✓) y a los que no, una cruz (X). De esta forma será más fácil distinguir cuáles son las ideas más adecuadas para solucionar el problema.

Entrevistas cualitativas

Cuando abordamos la primera etapa del design thinking te mencioné que era recomendable hacer una encuesta. Una excelente opción son las entrevistas cualitativas, por medio de ellas puedes descubrir una gran cantidad de informaciones.

El objetivo de estas entrevistas es entender la forma de pensar del usuario, sus emociones y motivaciones. Por este motivo es muy importante prestar atención en el lenguaje no verbal de sus respuestas.

¿Cómo se puede aplicar?

El design thinking se puede aplicar en las más diversas áreas. Aquí te dejo algunos ejemplos:

  • Mejorar la experiencia del usuario.
  • Desarrollar un nuevo producto.
  • Generar ideas de negocio.
  • Mejorar la calidad de productos y servicios.
  • Definir modelos de negocios.
  • Mejorar procesos.

¿Cuáles son los beneficios del Design Thinking en el Marketing de Contenidos?

El design thinking puede ser muy útil en el Marketing de Contenidos.

Si antes de producir un contenido nos ponemos en los zapatos del cliente, podremos más fácilmente llegar a él creando un contenido valioso para solucionar su problema. De esta forma será mucho más fácil determinar las palabras clave y la intención de búsqueda del usuario.

El marketing de contenidos se enfoca en el problema del usuario, así como el design thinking. Al usar esta metodología podemos fácilmente llegar a una solución eficaz, creando un contenido de calidad que resuelve el problema que nuestra buyer persona tiene.

Las puebas A/B son extremadamente útiles y muchas veces son dejadas de lado. Son una excelente forma de realizar la etapa de evaluación. Podemos ver que esta no es la última fase ya que con esta prueba tendremos nuevos datos para realimentar la primera etapa.

El design thinking es una metodología que busca solucionar los problemas de los usuarios, de la misma forma que el marketing de contenidos. Es por eso por lo que podemos aplicar este método perfectamente a nuestra estrategia creando contenidos innovadores y valiosos.

Ahora que ya conoces más sobre el design thinking, no dejes de aplicarlo al crear tus próximos contenidos. Y para que te conviertas en un experto en marketing de contenidos, descarga ahora mismo este excelente ebook sobre el tema.

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